Evolución de niño a adulto
Como nos gustaba imitar a los soldados, nos hacíamos gorros de papel, escopetas de madera y pistolas fabricadas con las pinzas de tender la ropa que servían para disparar los güitos de las cerezas. Una vez pertrechados nos poníamos a desfilar y como nos creíamos que éramos mayores llevábamos también el material que llevaba todo fumador, tabaco picado y el papel de liar, un chisquero con su mecha y pernalas (se colocaba la mecha al lado de la pernala y golpeando en la rueda del chisquero hacía saltar chispas que prendían la mecha) y a liar los cigarrillos para fumarlos en compañía de los amigos...
Donde hoy está actualmente la iglesia del barrio empezaba el cerro de la Plata dónde había huertos y campos de trigo. Allí jugábamos a guerrear armados con arcos y flechas, los arcos los hacíamos con una rama de árbol y algún trozo de cuerda que pillábamos en nuestras casas y las flechas las hacíamos con juncos o ramas más delgadas.
Otra de nuestras ocupaciones era cazar pájaros (gorriones o alcaudones), colocábamos cepos con saltamontes como cebo en los montones de trigo de las eras o los cazábamos con el tirachinas o con la escopetilla de perdigones o balines, etc ... en mis tiempos de la niñez estaban permitidas las escopetas de perdigones.
También solíamos comprar en los quioscos cigarros sueltos de las marcas Ideales, Peninsulares, Celtas o Bisonte y nos los fumábamos en pleno campo en los alrededores de la estación empalme de Delicias y otros sitios recónditos.
Cuando no había tabaco liábamos en papel de fumar hojas secas de girasol o la parte final de los juncos y por lo menos hacíamos humo, te puedes fumar eso y cualquier hoja de árboles de frutas, manzanas, naranja, limón etc ...
Las meriendas
En mi infancia la merienda no era muy variada o bocadillo de imperial (era un embutido como el salchichón de color más rojizo y sin duda más barato) o de mortadela o de pan con aceite y pimentón (terminabas pringoso hasta los pies pero reconozco que me gustaba mucho) o de pan con mantequilla y azúcar (lo de mantequilla es un decir, era sucedáneo).
Yo, que era un melindre con la comida recuerdo con especial cariño la merienda, ahora bien, la que recuerdo más gratamente era la del pan y chocolate (bocado de pan y bocado de chocolate), simplemente era un trozo de una barra o una barrita con un par de tabletas de chocolate. El pan y chocolate era la merienda más corriente en aquellos años y los chavales nos teníamos que aplicar hasta convertirnos en verdaderos malabaristas.
Jugar con un bocadillo en la mano era difícil, hacerlo con las 2 manos ocupadas por el pan y chocolate era de circo, pero lo conseguíamos y si no, no importaba, uno de los 2 ingredientes o los 2 quedaban encima de un banco o en el mismo suelo al lado de las chapas o de la portería de fútbol.
Las marcas de chocolate más conocidas eran la Campana de ElGorriaga y Nestlé. Las dos eran bastante buenas pero caras para nosotros así que cuando salió el chocolate Vitacal allá a finales de los 50 fue un alivio, se trataba de un sucedáneo probablemente sin cacao que se vendía por piezas pequeñas (chocolatinas cuadradas) y costaba 1 peseta pero venía con cromo incorporado por lo que nosotros estábamos encantados. Luego salieron chocolates con cromos para coleccionar como el Batanga.
Las chocolatinas de Vitacal tuvieron un éxito impresionante tanto que su eslogan publicitario se hizo famoso entre los chavales con la frasecita chaval toma Vitacal que el culo te huele mal (lo utilizábamos como sinónimo de corta el rollo repollo), una chulería que servía para interrumpir el diálogo con alguno de nuestros compañeros a lo que el afectado contestaba con un pá tu padre que a mí me sienta mal y ya estaba el lío armado.
Los santos sacramentos
Al poco tiempo de nacer en Vigo me bautizaron, luego hice la comunión en 1956 en Madrid y al cabo del año la confirmación ya que años atrás lo normal era cumplir estos requisitos en torno a los 7 años y siempre en la iglesia del barrio o que estuviese relacionada con el colegio en el que estudiabas.
Para cumplir los requisitos eran necesarios los siguientes signos y símbolos de la confirmación con la finalidad de expresar ideas y sentimientos:
- Unción, untar aceite en la frente del niño y representa la pureza, agilidad, alegría, fortaleza y abundancia del espíritu santo.
- Santo Crisma, óleo qué contiene el aceite perfumado. El sello representa a la persona.
- Fuego, fuego del espíritu santo el cual purifica nuestros pecados.
- Ósculo, la paz.
Ea, pues a cumplir con los Santos Sacramentos de la Santa Madre Iglesia.
La adolescencia
La adolescencia es la etapa entre 10 y 19 años al pasar de niño a joven. Biológicamente la adolescencia coincide, aproximadamente, con la pubertad, etapa en la que las personas experimentamos cambios fisiológicos, principalmente a nivel cognitivo y sexual.
En este caso voy a ver también la adolescencia tardía, que se llama post adolescencia. Para unos comienza a los 18 años y para otros a los 20, prolongándose de manera difusa hasta los 21 o más años y solapándose con lo que también algunos llaman juventud plena, alrededor de los 24 años.
Pues bien, veamos unas fotos de mi adolescencia.
La moda en España
Los años 60 serán recordados siempre, no sólo por haber significado una época de cambios políticos y sociales sino que además están muy marcados por la moda y la estética. La moda de los 60 sirvió para marcar un antes y un después entre las tendencias de décadas anteriores. Dejó de ser una moda encorsetada como había sido durante toda la primera mitad de siglo XX. Ya a mediados de los 60 se produjo cierto cambio de tendencias pero fue durante los 70 dónde toda la moda cambió de una manera radical.
En los 60, las chicas se decantaban por las medias de cristal con costura por la parte de atrás, normalmente siempre se les hacían eses y continuamente se las iban colocando lo mejor que podían.
Las fotos que os mostraré a continuación pertenecen a la moda real de los años 60 y 70, es decir son prendas que se utilizaban realmente en la época, no son las que se han reproducido en la actualidad como nueva tendencia.
Todas las generaciones han tenido una cierta influencia en las épocas siguientes pero muy pocas pueden igualar el impacto de la década de los 60. La década de los 50 fue el momento en que se desarrolló la cultura juvenil y la década de los 60 fueron los años en que las adolescentes se expresaron libremente. Esta década fue conocida por sus actividades políticas de grandes cambios en muchos países del mundo. La década de los 60 no solamente influenció el paisaje político y cultural sino también la forma de vestir hasta el día de hoy.
En la década de los 60 la moda pasó por muchos estilos diferentes, en ella se generaron un enorme grupo de subculturas aunque la mayoría de la gente asocia los años 60 con la moda hippie en realidad fue mucho más variada y complicada. En los comienzos de esta década la moda fue fuertemente influenciada por las películas con temáticas playeras de Frankie Avalon y Annette Funicello. Este nuevo enfoque de la cultura surf se refleja en la popularidad que adquirieron los bikinis y camisetas.
También gracias a esto surgió la minifalda a finales de los 60 y sigue teniendo popularidad hasta el día de hoy.
El surgimiento del grupo de música Los Beatles también tuvo una gran influencia en la moda, influyendo en la popularidad de las chaquetas Nehru con su aspecto abrochado y sus cortes de pelo, sin embargo la moda de Los Beatles en los años 60 siguientes también siguió evolucionando rápidamente.
Los años 60 tuvieron gran impacto principalmente en EEUU con sus protestas contra la guerra de Vietnam y las leyes de segregación en ese país, pero ese espíritu revolucionario perduró en la moda y sin duda en las mentes de las personas teniendo una gran repercusión mundial.
El cambio de la década de los 50 a la de los 60 apenas afectó a la moda hasta el año 1962, en ese momento los cambios aumentaron de ritmo, se abandonan los pelos cardados convirtiéndose en unas mechas inferiores ligeramente echadas hacia la cara.
Empieza un nuevo movimiento juvenil como fueron los ye-yes caracterizados con vestidos princesa o imperio con escotes redondos o bateau (barco) y mangas cortas. Chicas y señoras cambian sus vestidos juveniles por infantiles con trajes sencillos y melenas lisas y cortas, zapatos de medio tacón y maquillaje suave y discreto. Los trajes de chaqueta son muy cortos y entallados excepto en la falda que se va separando en su caída de las piernas. Los bolsos siguiendo la línea de los sombreros son de estilo campesino, enormes y de paja adornados con flores o lazos.
Poco a poco la falda se va acortando y a mediados de la década todas las colecciones europeas permiten ver la rodilla.
La falda cuesta arriba y cuesta abajo, los felices años 20 traen consigo el mayor escándalo que jamás se había visto con la falda a nivel de la rodilla, el pudor femenino deja de marcar la pauta, la mujer espárrago es la que está de moda y con ella desaparece la afirmación del busto y la cadera, el vestido se ve como un tubo que acaba en la rodilla.
Los años 60 irrumpen con un hecho originado en Inglaterra pero que revoluciona el mundo entero con la llegada de la minifalda. La diseñadora Mary Quant conquista el mercado mundial con una moda que en su inicio provocó escándalo y hasta la desaprobación del mismo Vaticano.
La minifalda habría logrado imponerse como fenómeno mundial y según Mary Quant (era la respuesta a los sentimientos de la sociedad de los 60, denotaba optimismo y sugería alegría y liberación).
Posteriormente surge la maxifalda también de origen inglés, que aunque tuvo sus repercusiones en el mundo de la moda no se mantuvo por mucho tiempo.
Que vestían los hombres
La ropa interior comienza con la primera capa que consistía en una buena camiseta afelpada con sus correspondientes calzones tipo abuelo. Los slips de nylon de finales de los 70 (que luego acabaron siendo perjudiciales y aún no habían llegado). Así que la ropa interior era blanca y de algodón.
Un buen jersey cuello cisne que tanto se llevaba de pequeño y eran estupendos, pero en la segunda mitad de los 70 resultaban incómodos por la incipiente melena que en determinado punto de crecimiento no sabías si colocar por fuera o por dentro de la prenda y unos pantalones de franela con sus correspondientes calcetines de lana constituían la capa siguiente.
Los zapatos eran importantes, nuestros zapatos infantiles eran tanques todo terreno nada que ver con las deportivas y otros tipos de calzado ligero con sistemas de transpiración ultra-modernos que los niños llevan hoy al cole. Los zapatos debían durarte toda la temporada y si no te los ponían en la siguiente temporada era porque sencillamente el pie ya no te cabía dentro... aunque por desgracia no pasaba lo mismo con los pantalones, casi todos los chavales llevábamos las típicas marcas de haber bajado la bora o la vuelta y los parches de skai en las rodillas.
Encima de todo el conjunto, una buena camisa de franela o un chaleco de lana cuello de pico y coronando el pastel invernal una trenka (si había suerte ya que era el último grito).
Recuerdo llevar hasta los 12 años pantalones cortos en invierno y en verano, incluso todavía me acuerdo de los pantalones de cuero con peto bávaro tipo alemán que tuve que llevar durante varios años y lo difícil que era convencer a nuestras madres para que te dejaran usar pantalones largos pero no había forma, todo estaba establecido, las siguientes imágenes nos muestran los niños de los 60.
El calzado
En la época del mes de Septiembre, nuestros padres comenzaban su calvario para la compra de los útiles escolares, la ropa y lo más importante, el calzado, digo importante ya que tenían que gastar el dinero en unos zapatos que debían durar todo el año escolar.
Pues así era nuestro 1er día de colegio, vestidos como un pincel, repeinados y con nuestros zapatos Gorila que ademas traían de regalo una pequeña pelota verde que nos ayudaba a pasar el trago amargo de aquel momento, bien feos que eran pero duraban mucho, por cierto, creo que los zapatos Gorila todavía existen.
¿Y los zapatos y botas de Segarra?
La fábrica Segarra calzaba a todo el ejército español y creo que a la mayoría de españoles de menos de 10 años, de hecho mis primeras botas mixtas de sierra fueron compradas en una tienda de Segarra.
Respecto a la ropa cotidiana, esta se hacía a mano en el seno de cada familia, desde las medias y calcetines de lana hasta la ropa interior pasando por el jersey de punto y los pantalones. Era muy usual que cuando una prenda se dejaba por vieja, de las partes sanas se hacían nuevas prendas para los más pequeños de cada familia, mientras la madre desmadejaba el jersey uno de los hijos iba cogiendo el hilo de lana con las 2 muñecas y finalmente se hacia una bola de lana para volver a tejer otra prenda.
Hasta que llegaron las rebajas y a comprar a destajo.
Mi boda con Carmen
Conocí a mi mujer Carmen Lobo Díez en la cafetería Grog del barrio Salamanca que estaba muy de moda en esos tiempos. Congeniamos y rápidamente cursamos la invitación de boda a familiares, amigos y compañeros de trabajo tanto de Carmen como míos.
Nos casamos varios meses después a las 12:30 horas del día 31 de Enero de 1975 en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos dónde el reverendo fray Antonio Ortiz ofició nuestra ceremonia y además pronunció una plática.
Terminada la ceremonia religiosa obsequiamos a los familiares y amigos con una comida en el restaurante asador Cordero del Valle de los Caídos con el consiguiente menú de boda de los de antaño, posteriormente sacamos una nota de prensa para que se nos recordase en el futuro.
Después de pasar la noche con los amigos en la discoteca Pikos del hotel Meliá Castilla en la calle Capitán Haya, madrugamos para ir al aeropuerto de Barajas y así comenzar nuestra luna de miel en Londres dónde pasamos 15 días recorriendo toda la city así como sus alrededores.
El relato de este viaje a Londres se puede leer en mi página de Viajes (cuando la termine).