Pasión, muerte y resurrección
La semana santa significa conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, siendo un período simbólico para conmemorar los últimos días de la vida de cristo y su posterior resurrección. Esta manifestación de religiosidad popular es llevada a cabo por un grupo de hermandades, cofradías, congregaciones y csclavitudes algunas con varios siglos de historia que realizan procesiones en las que portan imágenes sagradas que representan distintos momentos de la pasión de cristo y de los dolores de María, su madre.
La esclavitud tiene su origen en la primitiva cofradía del santísimo cristo de la laguna, creada desde la llegada a la ciudad del santo crucifijo, mucho antes de 1545, fecha de apertura del Concilio de Trento, y compuesta por hombres y mujeres.
La semana santa se inicia el 1er domingo de Abril y se extiende una semana hasta el final de esta semana de Abril. Si bien es cierto que el 1er día de la semana santa es el domingo de ramos, y no podemos olvidar que justo 40 días antes de este señalado día se celebra el miércoles de ceniza que es el primer día de la cuaresma en el calendario católico y simboliza la nulidad y la penitencia de las personas ante su creador. La famosa ceniza de este día se obtiene de la quema de ramos del año anterior.
El domingo de ramos abre solemnemente la semana santa con el desfile de las palmas y de la pasión por la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la pasión del señor en el evangelio de San Mateo.
En cuanto al ocio, en la semana santa ocurría que como signo de religiosidad y recogimiento se suspendían todo tipo de espectáculos lúdicos por lo que el tiempo libre se empleaba acudiendo a las procesiones, pasear por el parque del Retiro o quedarse en casa escuchando la radio, pero...
¿Que tenia de especial la semana santa?
Viernes de Dolores o de Pasión
Para algunos cristianos, la semana santa comienza el viernes de dolores, el viernes anterior al domingo de ramos. En este día, también llamado viernes de pasión, se conmemora el dolor de la virgen María durante la crucifixión de cristo. Algunos creyentes suspenden el consumo de carnes desde este día y hasta el final de la semana santa.
Domingo de Ramos
El domingo de ramos representa el inicio de la semana santa y el final de la cuaresma, lo que convierte a este día en uno de los más importantes del cristianismo. En este día se honra el momento en que Jesús se proclama rey de los judíos y es recibido por los habitantes de Jerusalén con ramos hechos de hojas de palma para darle la bienvenida a la ciudad. En el catolicismo, este domingo se conmemora con una misa en la que se bendicen los ramos de cada persona, simbolizando así la llegada de Jesús a Jerusalén.
Lunes Santo
El lunes santo, se conmemora el día en el que Jesús expulsó a los mercaderes del templo de Jerusalén. Además, también se conmemora la unción de María, la hermana de Lázaro, que le hizo a Jesús en casa de este. El evangelio cuenta que 6 días antes de la pascua, Jesús fue a casa de Lázaro, a quien había resucitado. Durante la cena, María tomó un perfume costoso y ungió con él los pies y la cabellera de Jesús.
Martes Santo
Las procesiones en diferentes partes de España. En el evangelio, es martes santo cuando Jesús de Nazaret anticipa la traición de Judas y así se lo comunica a sus discípulos, quienes perplejos piden a Jesús identifique quién será el traidor. Así, Jesús entrega a Judas un trozo de pan untado y le dice lo que tienes que hacer, hazlo enseguida.
Miércoles Santo
Este día marca el final de la cuaresma y el inicio de la pascua. Es este día en el que se recuerda que Judas se reunió con la asamblea de sabios judía para planear la traición a Jesucristo a cambio de 30 monedas de plata.
Jueves Santo
El jueves santo da comienzo al triduo pascual (días en los que la liturgia cristiana conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, como hemos dicho). En jueves santo se recuerda la última cena de Jesús con los discípulos, donde le constituye la eucaristía, y el lavatorio de pies llevado a cabo por Jesús a sus discípulos.
Viernes Santo
Llegamos a la celebración del viernes santo, uno de los días más intensos del cristianismo. Es en viernes santo (siguiente día del triduo pascual) cuando se conmemora la pasión de cristo, así como su crucifixión y, finalmente, su muerte. Según la tradición, durante estas 24 horas los católicos hacen ayuno y se abstienen de comer carne, así como de otros deseos.
Sábado Santo
También llamado sábado de gloria, el sábado santo se conmemora el día después de la muerte de Jesús y la espera hacia su resurrección, motivo por el cual algunos se refieren al sábado santo como la vigilia pascual.
La vigilia pascual, llevada a cabo desde la madrugada del sábado hasta el domingo, representa la antesala a la celebración más importante del cristianismo. Los sacerdotes visten de blanco o dorado en señal de alegría por la resurrección del señor.
Domingo de Resurrección
Llegamos así a la celebración del domingo de resurrección, también llamado domingo de pascua o domingo de gloria. Se considera la fiesta central de los cristianos y se conmemora, en este día, la resurrección de Jesús 3 días después de haber sido crucificado.
Pero el domingo de resurrección es alegre aunque triste para los cofrades de las cofradías, alegre por la manifestación de la resurrección que sustenta la religión y triste porque la semana santa finaliza, pero aún quedan 60 días después de la resurrección para celebrar la fiesta del corpus christi.
En España, este es quizá el día más significativo de la semana santa, pues es cuando se realizan procesiones con la salida del cristo resucitado y cuando se llevan a cabo los intercambios de huevos de pascua.
Finalmente, en el domingo de resurrección se producía el gran milagro: casi todo volvía a su ser y, sobre todo, a los cines dónde llegaban los últimos estrenos, que era unas de las mayores alegrías que entonces podían darnos.
Semana Santa
La llegada de la semana santa se recibía con entusiasmo por los más pequeños y por supuesto, con recogimiento y devoción por los mayores. Para los primeros eran días de vacaciones y, por si fuera poco, en casa no solían faltar torrijas, pestiños, buñuelos o huevos de pascua, que realmente estaban para chuparse los dedos.
Además, la festividad no empezaba nada mal, con ese luminoso domingo de ramos que llenaba las puertas de las iglesias de ramas de olivo y de palmas, muchas de las cuales luego decoraban los balcones de las casas, y la multitudinaria procesión de la borriquita.
Pero lo realmente trascendente comenzaba el lunes de pasión o lunes santo es el 2º de los días de la semana santa, durante la cual los cristianos conmemoran la pasión, muerte y resurrección de jesucristo. Así se pone de manifiesto en la liturgia de las distintas ceremonias que tienen lugar en semana santa en las distintas confesiones cristianas.
Además de los actos celebrados en los templos, diversas manifestaciones populares tienen lugar durante la semana santa en todo el mundo, destacando las procesiones que se organizan en muchos pueblos y ciudades.
A diferencia de otros días de la semana santa que cuentan con ceremonias singulares, en lunes santo la iglesia católica continúa la celebración normal de la misa. Durante ésta, el evangelio que es proclamado refleja el pasaje de la unción en betania, en casa de Lázaro, en el que una de las hermanas de este, María le unge con costosos perfumes.
Ese día, todo cambiaba por completo, como si de pronto se apagaran las luces y se hiciera de noche. De hecho, en la radio solo había música clásica y en la televisión únicamente se retransmitían procesiones y se emitían películas de romanos, de modo que había que volver a ver por enésima vez y como todos los años Barrabás, Quo Vadis o Ben Hur.
Y encima no se podía comer carne, que en eso de respetar la vigilia la mayoría de los españoles eran bastante respetuosos. A decir verdad, con todo aquel decorado, al que había que añadir penitentes, pasos, cirios, saetas, cornetas y tambores, la semana santa imponía a los más pequeños. Y no digamos cuando la procesión era la del silencio, en la que lo único que se escuchaba era el ruido sordo de las cadenas de los penitentes arrastrándose por el asfalto. para no pegar ojo en toda la noche! menos mal que solo eran 6 días de penitencia.
Domingo de Resurrección (Procesión de las Aleluyas)
La tradicional procesión del encuentro y la tirada de las aleluyas ponen el broche final a la semana santa después de participar los feligreses en la procesión de las aleluyas.
Durante este acto del domingo de resurrección tiene lugar la tradicional tirada de las aleluyas, una antigua tradición recuperada y que se celebra a la llegada de las imágenes a la Plaza, allí los asistentes lanzan desde lo alto las aleluyas (unas pequeñas estampitas) que representan motivos ligados a tradiciones y lugares típicos y que llenan de color la última procesión de la semana santa.
A la salida de los pasos comienzan a lanzarse aleluyas desde lo más alto del templo y a lo largo del recorrido desde los balcones de las casas los vecinos lanzan miles, millones de aleluyas y contemplamos la imagen típica de los niños recogiendo caramelos y aleluyas. Una vez pasada la procesión, los operarios de limpieza comienzan a recoger las aleluyas que quedan por las calles.
Espectáculos o Cines
Los espectáculos cerraban sus puertas salvo los cines que te echaban cada año las mismas películas, siempre de religión porque las normales estaban prohibidas.
Año tras año repetían Quo Vadis, La Túnica sagrada, El Beso de Judas, Barrabás, Molokai, Marcelino pan y vino, Los diez Mandamientos, Ben-Hur, vamos la alegría de la huerta, creo que estas películas la debo haber visto tropecientas veces.
qué aburrimiento!
La radio y la televisión te ofrecían música clásica y documentales bíblicos además de retransmisiones de las procesiones más importantes. Se acababan para mi madre las mañanas con Juan del Toro y José Luis Pecker y las tardes con el cuadro de actores de Radio Madrid: Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa, Juana Ginzo, Matilde Vilariño, Teófilo Martínez, Eduardo de la Cueva, etc..., y para mí se interrumpían Matilde, Perico y Periquín, El Coyote o Dos hombres buenos incluso los programas deportivos de Quilates o Gilera daban paso a una soporífera programación.
Claro está, era época de vacaciones y los chavales la disfrutábamos a fondo. Las recuerdo mejor que el verano o las navidades simplemente por la atmósfera, era una atmósfera especial cargada de tinieblas, tristeza y opresión.
Los amigos del barrio solíamos ir hasta el parque del Retiro cuando alguno de nosotros tenía algo de dinero para alquilar una bicicleta en el Paseo de la Chopera, una para todos y que íbamos usando por riguroso turno de sorteo independientemente de quien o quienes hubieran aportado el efectivo del alquiler.
Cuaresma (Jueves Santo)
La cuaresma ha sido históricamente una época que se vivía con solemnidad y recogimiento, no se permitían celebraciones ni fiestas, por poner sólo un ejemplo, hasta el domingo de resurrección no se podía silbar o cantar en público, el ayuno era obligatorio y la tónica en el vestir era la sobriedad.
Lo habitual era que el día de jueves santo se visitaran los monumentos y los altares mayores donde se encontraban guardados en arcas los cálices con las formas consagradas (hostias) durante los oficios.
Otra de las costumbres en semana santa era recorrer las 14 estaciones o Vía Crucis. En las iglesias se cubrían todas sus estatuas con telas moradas, engalanaban su altar mayor con velas, bombillas, paños, telas bordadas y otros adornos. La costumbre católica decía que había que recorrer 7 iglesias donde se debía orar en sus altares engalanados en honor a Cristo. Vaya movida más cutre y siniestra.
Se recorrían 7 iglesias o las 7 estaciones del Vía Crucis y a la salida se pasaban por las mesas petitorias donde las damas de la corte pedían para fines benéficos a cambio de una estampita.
Durante la cuaresma sólo las personas que pagaban la bula correspondiente podían comer carne durante esas 6 semanas. Las charlas religiosas te iban metiendo en el ambiente pascual. Al grito de ser católico urgían las terribles contradicciones y miedos que pregonaban esos curas con sotana que con sus Peroratas desde el Púlpito te hacían temblar al pensar que habías hecho siempre méritos para ganarte el fuego en el infierno y donde no llega nunca la misericordia de Dios. la condenación eterna! qué barbaridad! qué canallas! utilizando el miedo como medio para adoctrinar a los niños.
Recuerdo peroratas de este estilo: mientras vuestros padres se gastan el dinero en el bar, el niño Jesús está desnudo y no tiene qué ponerse.
iréis todos al infierno!
Toda una sarta de mentiras y exageraciones malignas que te tenían acojonado y te hacía pensar en todo lo malo que te podía pasar.
Viernes Santo
Empecemos por la procesión más importante de Madrid, la procesión del silencio que se celebraba el viernes santo a las 12 de la noche y era un acontecimiento que casi todo el mundo iba a ver. Iban familias enteras con sus sillas de enea o de madera desde las 17:00 de la tarde para ir cogiendo sitio en las aceras de la Gran Vía esperando el gran momento, la susodicha procesión.
Lo más singular de este día eran las procesiones, los penitentes llevan hábitos de color negro hechos con tela de cáñamo que les llegaba hasta los pies. Van enmascarados con un capuchón piramidal de 1 metro de alto que llevan puesto sobre la parte superior de la cabeza, etc…
Todas las cofradías tienen su estandarte, su trompeta y sus mayordomos. Estos se pasean gravemente con el bastón de la cofradía entre las filas para mantener el orden. No obstante, está permitido a todos refrescarse en las tabernas y hay algunos que beben tanto y tan a menudo que dan más tumbos de lo que sería deseable.
El día de viernes santo, además de los oficios se destapaban los crucifijos que habían permanecido cubiertos durante toda la semana santa. Era el día en que las mujeres se vestían rigurosamente de luto y con mantilla negra (las Manolas).
Ite Missa Est
Terminada la semana santa, nos despedimos con un ha llegado el momento de separarnos (ite missa est).
En fin, no eran precisamente unas fechas idílicas más bien al contrario, se anhelaba volver a la normalidad, al cine semanal con películas normales, a escuchar a Diego Valor en la radio o a ver en la tele a Perry Mason hasta volver al colegio. Era mejor que padecer esa época tan rancia y gris, es de las pocas cosas desagradables que recuerdo de esa época.
Por último echemos un vistazo a esa gran obra franquista que fue creada para honrar a los caídos por España como la Basílica del Valle de los Caídos y en la que yo me casé con mi mujer Carmen.