Discotecas - WEB 2023

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Que eran las discotecas?

Las discotecas eran esos sótanos coloreados y oscuros, humeantes y ruidosos, limitados y simbólicos dónde podías encontrar uno de los personajes prototipos de la nueva sociedad de consumo y que era sin duda el macarra de discoteca. Eran los chavales que trabajaban durante toda la semana con el anhelo de que llegase la noche del sábado para poder vestirse sus mejores ropas y acudir al baile del barrio.

Mis primeros tiempos de discotecas fueron allá por los 70, eran tiempos de pelos largos, chaquetas entalladas, pantalones de pata de elefante y zapatos de plataforma. Hoy queda algo hortera pero es lo que había, era la moda.

Eran tiempos de pandillas, de discotecas cutres en los pueblos de los alrededores de Madrid donde los jóvenes de 15 y 16 años que éramos bastante cafres nos lanzábamos con aquellos bailes imitando el tocar de la guitarra dando saltos enloquecidos y que llevaban inevitablemente a peleas un domingo si y otro también.

Lugares que fueron testigos de aquellas nuestras primeras carreras delante de aquellas hordas de melenudos y grandes patillas detrás nuestra con ganas de patearnos el esternón por haber cometido el delito de haber saludado con un hola! a la chavala de algún otro.

Y la pandilla más célebre fue la de los ojos negros (barrio de las Delicias) integrada por el célebre Dum Dum que se ocupó de la protección del cantante Camilo Sesto. En los 80 el rocker más famoso de la movida, Juanma el Terrible (iba a Rock-Ola), así como el primer skin Juanote (su banda tercera guerra mundial). Ambas tribus podían convivir entre ellas, pero no así con los mods. Precisamente, una reyerta entre mods y rockers acabó con el asesinato del rocker mulato Demetrio Lefler, lo que motivó el cierre de la célebre discoteca.
Moda discotequera

La música que estaba de moda en aquellos antros era la que con el tiempo ha derivado en infinidad de nombres pero que para nosotros entonces era simplemente rock duro.

En cuanto ya tuvimos edad suficiente y algo más de dinero subimos de nivel en el mundo discotequero. Nos refinamos y empezamos a frecuentar las discotecas de Madrid capital donde la mayoría eran de mayor categoría tanto de los locales como de la música sin olvidar que el tipo de garrafón que nos daban era el precursor de los actuales botellones pero también era de mayor calidad e incluso alguna de las discotecas contaban con jaulas de oro para que las animadoras diesen más ambiente discotequero.

Fueron también aquellos tiempos de la música romántica, sobre todo de la canción italiana de Sandro Giacobbe (jardín prohibido), de Gianni Bella (de amor ya no se muere) o de Richard Cocciante (bella sin alma). Podéis escuchar estas canciones picando sobre las fotos de los discos.

Supongo que muchos nos acordaremos de cuando llegaba el momento de la música lenta, se atenuaban las luces de la sala y todos los chicos y chicas, pero sobre todo nosotros los chicos nos dedicábamos a dar vueltas a la pista de baile buscando alguna chica que quisiera dar unos pasos de baile agarrado intentando siempre por nuestra parte que fuera lo mas apretujado posible.

Probablemente fue allí en aquellos difíciles trances del ligoteo cuando se produjo el nacimiento del ya para siempre famoso ¿estudias o trabajas?, pregunta mágica con la que romper el hielo y entablar una generalmente efímera amistad, lo que duraba una canción o lo que en aquel momento se terciara.
Música en vivo

Las primeras discotecas madrileñas surgieron a finales de los 50 y primeros de los 60 en lo que antes eran terrazas de verano, salones de baile o cafeterías. En ellas se entrelazaban la música en vivo (cada día más sustituida por la enlatada) con los primeros e incipientes concursos de baile (la Kermés en 1970).

Las discotecas pasaron a ser rápidamente feudo de jóvenes empleados y obreros mientras la gente bien se montaba sus guateques privados. Las discotecas iban adoptando una fisonomía decidida y acabadamente hortera.

Tomemos un ejemplo, la discoteca Royal Bus fue la discoteca dónde se hizo la presentación de Mari Trini en España. Era una boíte decorada con viejos coches Ford, Pakard y Renault.

Famosas en Madrid fueron la discoteca Top Hat (Gran Vía) y la no menos mítica discoteca J & J (bajos del Palacio de la Prensa).
 
Dios, cuántas veces he estado en estas discotecas!
Discotecas de Madrid

El máximo exponente en Madrid en los años 60 fue la discoteca Consulado calle Atocha (jaula de oro en 1966). Entonces, comenzaron a surgir las discotecas de barrio para los sábados y los domingos por la tarde. Este tipo de discotecas no tenían nada que ver con las pijas ya que como eran para una audiencia más o menos selecta disponían de mejor música, de una decoración más cuidada y de un servicio algo más educado que el brutal de las otras.

Algunas de las mejores discotecas fueron Toft's, Le Carroussel, Tartufo, Valentin Club, Fontana, Cerebro, Cleofás, Stella, Keeper, La Boite del Pintor, Pachá, Penelope, Bocaccio y Tiffanys entre otras muchas que os enseño a continuación en sus posavasos originales.

Antes de que existiera Pachá, la discoteca de moda en Madrid fue Cerebro (Princesa nº 3 plaza de los Cubos). Eran los años 70 cuando se inauguró la discoteca que sería la primera de los Cerebros. Era una discoteca tan bonita como peligrosa porque tenía una escalera de cristal por la que pasaba una cascada de agua en la que se caía todo el mundo.

En poco tiempo esta sala se puso de moda y por allí pasaban famosos y gente conocida de la noche madrileña como Carmen Cervera, Manolo Segura, Espartaco Santoni, Carmen Martínez-Bordiú, Nati Abascal, Oscar Álvarez-Osorio y la pareja Tuche-Lobo como tantas otras, de manera que en pocos años los propietarios decidieron abrir otros Cerebros en diferentes puntos estratégicos de la capital como en la calle Serrano, Goya o Magallanes llegando así a ser las discotecas punteras de finales de los 70 y principios de los 80.

La discoteca Keeper (el Escorial) tuvo un éxito rotundo y a pesar de estar a 50 kilómetros de la capital, todos los fines de semana había un lleno total. Al poco tiempo de la apertura de Keeper del Escorial se fueron sucediendo inauguraciones en Madrid, Marbella o Ibiza pero no todas dejaron la huella que dejó la primigenia en el Escorial.

En los años 70 nace en Madrid una de las más emblemáticas y exclusivas discotecas, Tartufo (Víctor Hugo nº 5) a escasos 30 metros de la calle Infantas por un lado y a 70 metros de la Gran Vía por el otro. Se abrían las puertas de la que sería la discoteca pija por antonomasia de los años 80. Con Carlos en la puerta cortando el acceso a 9 de cada 10 personas que intentaban entrar creando un ambiente exclusivo.

El Valentín Club (avda del Generalísimo 87) ahora Castellana al lado del Instituto Nacional de Estadística. Tenía restaurante en la planta de arriba y la discoteca abajo. Junto a Tartufo y a Cerebro era lo más del momento. Se rodaron varias películas y era sitio muy frecuentado por personajes como Manolo Santana, Espartaco Santoni, Junior y Rocío Dúrcal, Janette que vivían en el mismo edificio, Micky y jugadores de fútbol como Ayala y Heredia.

Aunque para mi particularmente, en los años 70 la mejor discoteca en Madrid fue Stone's (calle Villalar 8) el templo de las discotecas. Gente como yo disfrutó de aquella incomparable discoteca muchísimas tardes y noches en su maravilloso ambiente desde 1970 a 1976 y fue gracias al pincha o como se dice hoy en día al DJ. Con esto quiero constatar que fue la discoteca con la mejor música y más marcha de aquel Madrid.

Discoteca Consulado
Posavasos de discotecas

Discotecas de Madrid
Que hacíamos en las discotecas

En esa época, las discotecas normalmente tenían 2 horarios, uno de 19:30 a 22:30 para los más jóvenes y otro a partir de las 24:00 de la noche para los noctámbulos.

Cuando yo entraba en ellas me dirigía directamente a la barra para tomar el cubata o España libre (brandy con coca cola) mientras miraba la pista de baile y allí comenzaba a mover mis pies acompañado por mi cuerpo dando ritmo a lo que sonaba y quedándome extasiado con esa combinación de luces tan espectaculares.

Después de ese ritmo llegaba lo que llamábamos lo lento o sea, música para bailar en pareja, se apagaban las luces y quedaba una iluminación muy tenue que apenas te veías. Las chicas se sentaban y nosotros íbamos a sacarlas a bailar, ¿bailas? es lo primero que las preguntábamos, ellas nos miraban de arriba abajo para comunicarnos su displicencia o negativa, entonces comenzaba el ritual, te ponías a bailar con ella a una distancia prudencial, eso era debido a los codos que nos ponían en nuestro pecho.

Lo primero que preguntábamos en esos tiempos era lo de ¿estudias o trabajas? que ridículo suena ahora esto porque en esos tiempos pocas chicas se dedicaban a estudiar como ahora, a partir de ahí entablabas una amistad o no volvías a bailar con ella en la vida, todo dependía de lo pesados que fuésemos.

Por cierto, he aquí algunas cosas que decíamos a las chicas para ligar con ellas:
¿Bailas?
¿Estas muy sola?
Si quieres te acompaño a casa.
¿Quieres un refresco o un San Francisco?
Yo me llamo Fulano y tu?
Vaya ojos que tienes! etc...
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