Libros escolares - WEB 2023

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Libros escolares

Similar al catón de Calleja fue el Primer libro, obra del profesor Joaquín Pla Gargol, editado allá por 1950 por Dalmáu Carles. Se usó como manual de introducción al arte de leer de muchos mayores, con clásicas construcciones silábicas como:
Amo a mi mamá
Mimo a mi mamá
Mi mamá me ama

Entre sus objetivos didácticos figuraba además desarrollar la atención, la observación y las primeras nociones de cálculo.

Unos años después por los 60, llegarían los míticos cuadernos Rayas, de Ángel Rodríguez Álvarez. Iban desde el clásico silabario a cartillas más avanzadas con series de palabras para ejercitar el uso de las letras, como kilo, kepis, kiosco, kadí y kabila en el caso de la letra K.

El catón de los niños, editado por el famoso Saturnino Calleja fue uno de esos manuales que sirvió para que nuestros abuelos aprendiesen a leer. Bajo el lema de instruir deleitando utilizaba un ameno y vistoso sistema iconográfico que facilitaba a los pequeños el aprendizaje de la lectura.

En la gama alta se crea la biblioteca Perla que recoge relatos lujosamente encuadernados e ilustrados por nombres míticos (Zamora, Penagos...). Uno de los grandes se incorpora a la editorial en 1917, Salvador Bartolozzi el creador del pinocho español que aúna la destreza en la ilustración con la elegancia en el relato. Sus personajes Pinocho y Chapete encandilaron a varias generaciones de niños españoles.

Los años 20 de nuestro siglo ven nacer las revistas infantiles ilustradas bebiendo directamente de las tradicionales Aucas o Aleluyas. Se editan revistas como Colorin, Chiquitín, Pinocho de Saturnino Calleja... y, como no, Gente Menuda de la revista Blanco y Negro y TBO que ha dado nombre a este tipo de revistas (tebeos) hasta nuestros días.

Por último y no menos interesante está el nuevo catón y el catón moderno.
Joyas literarias juveniles

Bien, he hecho una recopilación de libros de texto de la época teniendo en cuenta que muchos de ellos yo los llegué a utilizar. Los que fuimos niños en la década de los 50, 60 y 70 carecíamos de la diversidad de entretenimiento que poseen los niños de la actualidad. En ningún caso me atrevería a juzgar si eso es malo o bueno sí que sin lugar a dudas nuestra infancia era diferente. Nos dedicábamos pues a jugar y a leer en nuestros ratos de ocio.

No existía más que un solo canal de televisión (VHF), más adelante se amplió a un segundo canal llamado (UHF). No teníamos ni juguetes electrónicos sofisticados, ni por supuesto nada relacionado con informática, ordenadores o consolas ...

He dedicado una entrada en mi página a los tebeos, ahora quisiera dedicarla a los cuentos y libros de los años 50, 60 y 70 como fueron las Joyas Literarias Juveniles que constaba de una serie de 272 adaptaciones a historietas de clásicos de la literatura fundamentalmente de aventuras que se empezó a publicar en 1967 en las revistas de Editorial Bruguera. Su posterior recopilación y expansión en tebeos monográficos constituyó uno los grandes aciertos de la editorial en la década de los 70.

Por consiguiente, nos trasladábamos en el tiempo con aquella colección de libros clásicos de la literatura juvenil que gracias a una ilustración y fácil lectura con viñetas a todo color nos volvió a poner en el camino de la lectura y disfrutar de maravillosos viajes de aventuras y romances para toda la familia.

Algunos de sus títulos fueron:

20.000 leguas de viaje submarino
La isla del tesoro
Los hijos del Capitán Grant
David Copperfield
La vuelta al mundo en 80 días
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Cara al sol

En el régimen franquista el control por el lenguaje utilizado fue especialmente notable desde la especial atención que merecía en las escuelas el catecismo y el aprendizaje obligatorio del cara al sol.

Y por petición de un ex compañero os pongo también la internacional.
Cara al sol con la camisa nueva
que tú bordaste en rojo ayer,
me hallará la muerte si me lleva
y no te vuelvo a ver.
Formaré junto a mis compañeros
que hacen guardia sobre los luceros,
impasible el ademán,
y están presentes en nuestro afán.
Si te dicen que caí,
me fui al puesto que tengo allí.
Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz
y traerán prendidas cinco rosas:
las flechas de mi haz.
Volverá a reír la primavera,
que por cielo, tierra y mar se espera.
Arriba escuadras a vencer
que en España empieza a amanecer.

Arriba los pobres del mundo
en pie los esclavos sin pan
alcémonos todos al grito
¡Viva la Internacional!
Removamos todas las trabas
Que oprimen al proletario
Cambiemos al mundo de base
Hundiendo al imperio burgués.
Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos
por la Internacional.
Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos con valor
por la Internacional.
El día que el triunfo alcancemos
ni esclavos ni dueños habrá...

Libros de texto en el franquismo

El auge del romanticismo en Europa y la consiguiente revalorización de los folklores nacionales nos trajo la aparición de numerosos autores que recopilan y re-elaboran la literatura oral infantil preexistente (Grimm, Hofmman, Andersen...), es en este contexto en el que irrumpe la editorial Saturnino Calleja que desde el principio edita colecciones de cuentos (había un dicho popular, tienes más cuento que Calleja). Cientos de títulos inundan el mercado a precios muy bajos. Estos cuentecitos sin autor reconocido recogen argumentos de todo el mundo alternando los relatos fantásticos con las moralejas.

Durante la dictadura, la literatura infantil es una simple escusa mal disimulada para trasmitir conocimientos y valores del régimen a los jóvenes. La educación de todos los escolares se encontraba recluida en los libros de texto que fueron concienzudamente revisados tras la subida al poder de Francisco Franco, por ejemplo, estos son algunos de los términos que los españoles debieron memorizar frente al encerado:

Si el líder dice de un evento que esto no ocurrió, pues no ocurrió.
 
Si dice que 2 y 2 son 5, pues 2 y 2 son 5.
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Libros de España y por España

Durante décadas, miles de chavales leyeron y releyeron el Libro de España donde se narran las aventuras de Antonio y Gonzalo o los libros viajes por las tierras de España que a través de las páginas de estos libros los alumnos descubrían paisajes y costumbres de todos los rincones del territorio español desde la perspectiva de la época.

Después de la guerra civil el Libro de España fue corregido y manipulado para adaptarlo a la visión franquista del país cuando en realidad fue escrito en 1928 por Miguel Primo de Rivera que lo impuso como texto de lectura obligatoria durante su dictadura.

Los libros como Así quiero ser fueron editados al finalizar la guerra civil y su finalidad era adoctrinar a los niños en los principios políticos del nuevo régimen. En las portadas se ven los mensajes con ese objetivo como el escudo del águila imperial, el uniforme de la O.J.E. con niños armados con un fusil, el lema de la España franquista una, grande, libre, etc...

Franco es el nuevo jefe del estado y se presenta con una exaltación exagerada como si se tratara de un ser superior, sobrenatural, donde se exageran las cualidades y tratan de transmitirlo como si realmente fuese así. La idea principal era que el caudillo sólo responde ante dios y ante la historia.

La patria era España y se representaba como una madre para sus hijos como nos enseñaban en el libro Yo soy español, o sea la madre patria.
Plan de ordenación de los estudios  

Con la Ley del 26 de febrero de 1953 entró en vigor un nuevo Plan de Ordenación de los Estudios de enseñanza media (bachillerato elemental y superior). Para el acceso al bachiller había que hacer un examen previo, el llamado examen de ingreso al bachiller que se hacía a los 10 años de edad y para la preparación de esta prueba de ingreso había distintas enciclopedias para estudiar como:

    • Haces de Luz
    • Enciclopedia Grado Elemental
    • Enciclopedia Primer Grado
    • Enciclopedia Grado Medio
    • Enciclopedia Grado Preparatorio
    • Enciclopedia Iniciación Profesional, etc...

pero la más utilizada era la Enciclopedia de Grado Superior de Dalmau Carles.

La formación del espíritu nacional (F.E.N.) estuvo dirigida por el frente de juventudes en todas las etapas de la enseñanza desde la escuela primaria hasta la Universidad. Los libros en este ámbito estaban mediatizados por las directrices que marcaban.

Aprendiz de hombre, Vela y ancla y Cartas a mi hijo eran libros encuadernados con tapa dura, forrados con un papel impreso a color ilustrado y plastificado. La portada y contraportada del Aprendiz de hombre tenían dibujos de Goya y en su contenido se retratan temas costumbristas, temas populares en los que ensalzan los valores de la vida cotidiana.

Por último, la escuela franquista fue la base para el adoctrinamiento del nacional catolicismo dónde millones de niños fueron educados y adoctrinados como quería el dictador.

Concluida la contienda civil y arrasada la escuela laica y participativa que impulsó la república, el franquismo puso en manos de la iglesia católica la enseñanza de las jóvenes generaciones.

Para abordar la realidad de la escuela del nacional catolicismo de mediados de los años 50 que es el escenario del Florido Pensil y que se habla de esa escuela que marcó con sangre y fuego a generaciones de españoles y cuya sombra se percibe aún en determinadas actitudes de intolerancia que enturbian la convivencia política y social en la España del siglo XXI.

Con este libro se recorren los distintos aspectos que condicionaban la vida de los niños del franquismo, aquellos que a diario tenían que cantar el cara al sol o ir a misa o las 2 cosas y sobre los que pesaba como una losa el sentido de la culpa, el pecado, el temor de Dios y el fuego eterno del infierno.
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