Reyes Magos - WEB 2023

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Reyes Magos de Oriente

feliz día de Reyes!

Nos causa nostalgia a buena parte de los que vivimos esos tiempos. Pero para los niños de familias humildes, fue, es y será una desilusión ver con nuestra nariz apretada a un frío cristal unos juguetes con los que jamás pudimos jugar.

Desde luego a partir de 1964 la Gran Vía madrileña era como para clases más pudientes. En los barrios había jugueterías bien surtidas que ahora no existen. Pero mis recuerdos desde los 5 años es que los chavales salíamos a la calle a jugar con nuestros juguetes.

Todos nos conocíamos y vivíamos en muchas calles diferentes pero eso si, ninguno sin juguetes. Es verdad que no era la fiebre de ahora donde cada criatura tiene absolutamente de todo como, balones, camiones, coches de pilas con cable, triciclos, muñecas, etc...

En los años 50 no había gran variedad de juegos y juguetes y además básicamente eran estáticos, pero en la década de los años  60 empezaron a evolucionar. Ya fue en los años 70 cuando la variedad y sofisticación de la industria juguetera alcanzó su máximo auge. Todo ello fue provocado por la propia evolución cultural tanto de adultos como  de niños y como no... la llegada de la televisión que provocó una revolución a nivel publicitario.

En la actualidad y con todas las innovaciones a nivel tecnológico, el mundo del juguete como tal ha sufrido un retroceso muy importante (y bajo mi punto de vista algo preocupante) ya que los niños de finales del siglo XX y principios del XXI han regresado un tanto al ostracismo de jugar solos y no socializarse.

No dudo que la tecnología ha sido y es un avance primordial en todos los niveles, prueba de ello es que sin esta alta tecnología yo no podría hacer pública esta página pero la magia del juego compartido, la socialización y el dinamismo infantil creo que se han visto un poco afectados.
Carta a los Reyes Magos

Bien, como lo que quiero es recordar mi infancia en los años 50 al 70 y en este caso los juguetes de esas décadas, lo primero que voy a hacer es por supuesto escribir la carta a los Reyes Magos.

Recuerdo con especial agrado cuando escribía con mis padres la carta a los Reyes Magos en la que siempre les decíamos que nos habíamos portado muy bien y les pedíamos los juguetes con los que estábamos soñando durante todo el año.

Recuerdo la noche mágica del 5 de Enero que dejábamos los zapatos en el comedor y nos acostábamos temprano a pesar de toda la excitación porque nos amenazaban con que si nos encontraban despiertos los reyes magos no nos dejarían más que carbón. A la mañana siguiente madrugábamos más que ningún otro día del año para ver lo que nos habían traído.

Afortunadamente escribir la carta a los Reyes Magos es una tradición que no se ha perdido. La ilusión es un sentimiento que jamás debe perderse, eso sí, en mi infancia de los 50 a los 70 había que esperar la llegada de sus majestades de oriente ya que Papá Noel todavía no había aterrizado con sus renos en los hogares españoles.

Lo más importante era que después de escribir la carta nos tocaba entregársela a nuestro rey favorito por medio de su paje de turno ... o dependiendo de la agenda de sus majestades había que (echarla al buzón de correos en la calle).
Los Reyes Magos y Papá Noel

Hoy en día Papá Noel le ha quitado protagonismo a los Reyes Magos pero yo sigo siendo fiel a estos 3 magos de oriente que según el evangelio fueron siguiendo una estrella para ir a adorar al niño jesús que había nacido en belén.

Estos 3 magos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar nos hicieron vivir días de ilusión cuando éramos niños así que cuando llegó Papá Noel ya eramos grandecitos. Yo, como todos los niños, hubo un tiempo en que creía en los Reyes Magos y recuerdo como en mi casa me decían que la noche del 5 de enero me tenía que acostar pronto porque los Reyes Magos estaban por llegar.

Yo, dejaba un zapato en el balcón y la puerta medio abierta. Por la mañana al despertar iba para ver el regalo que me había dejado el rey Baltasar que era mi elegido para pedir el juguete.
Juguetes de los Reyes Magos

La magia de los Reyes Magos era mucha magia. Se organizaban estupendas cabalgatas a las que acudíamos ilusionados intentando ver a nuestro rey favorito entre toda la marabunta y de paso coger algún caramelo de los que la comitiva iba lanzando. A veces uno de los reyes nos miraba directamente y nos saludaba... entonces se disipaban todas tus dudas, había sido bueno y esa noche tendría mis merecidos regalos. Luego, de vuelta a casa, a la cama prontito que si los reyes veían que estabas despierto no te dejaban nada como nos decían nuestros padres con una fingida seriedad.

Por supuesto no había que olvidarse de dejarles algo de (leche y galletas para los reyes) y un poco de (agua para los camellos) que sin duda estarían sedientos por el largo viaje...

Y lo que son las cosas, con lo que a uno le costaba dormirse, una vez lo habías hecho, olvidabas completamente el asunto, así que cuando despertabas por la mañana un pensamiento te asaltaba y corrías en pijama al lugar donde los reyes solían dejar los regalos y... allí estaban. Junto con los cigarrillos y las monedas de chocolate, las botellitas de champán de chocolate,
las piedrecitas y aceitunas de caramelo y el carbón por las picias que hubieras cometido durante el año... y además los juguetes que habíamos visto por la tele y habíamos anhelado durante todo el año...

Lo siguiente era ir a despertar a tus padres juguetes en mano para enseñarles los que nos habían dejado sus majestades cosa que siempre les sorprendía, por supuesto...

La algarabía de las sirenas, llantos de las muñecas, carrerillas y griterío infantil que se oía por el patio del grupo de edificios en que vivíamos es algo que nunca olvidaré. Luego tocaba la excursión a las casas de los familiares más allegados a llevar los juguetes que los Reyes Magos habían dejado en casa y lo más importante, recoger los que sus majestades de oriente nos habían dejado allí.
Juguetes para los Niños

La televisión nos martilleaba con los anuncios de juguetes porque una de las cosas más importantes que nos sucedían a los niños durante las fiestas era: cuando venían los Reyes Magos de Oriente?

Los juguetes clásicos de la época eran el fuerte Comansi, las muñecas de Famosa, nuestros queridos madelman, los juegos reunidos Geyper, la inacabable lista de artículos de la srta. Pepis, el futbolín, la magia Borrás y un sinfín de juguetes y juegos que proliferaban en las tiendecitas de aquellos tiempos, ahora os enseño como eran algunos de esos juegos.
Juguetes para las Niñas

La oferta del maletín de la señorita Pepis era muy amplia y variada. Estaba por ejemplo, la tricotosa, el botiquín de urgencias médicas, la canastilla de bebé, el costurero, los juegos de abalorios para hacer collares o pulseras, los tocadores-joyero, los maletines con pelucas, disfraces, los productos de maquillaje, peluquería, labores, etc…, y muchos otros más.

De todos ellos, quizá el que más éxito tuvo fue el maletín de enfermera que llevaba más de 30 piezas para que las niñas pudieran jugar a ser auténticas enfermeras. Algunas de esas piezas eran reproducciones exactas de las que podían encontrarse en hospitales o farmacias como el tubo de calmante vitaminado, el paquete de algodón, las cajas de esparadrapo Sanex o las vendas de gasa Sanithil.

La Mariquita Pérez fue una muñeca española que se convirtió en la más célebre de la década de los 40, 50 y principios de los 60 y fue considerada como la mejor muñeca que se haya fabricado en España y figura asimismo entre las mejores de Europa de su época por su fabricación artesanal, calidad de los materiales empleados y la riqueza de vestuario y complementos.

Su estética se modificó varias veces hasta el punto de no parecerse el primer modelo de cartón piedra al último fabricado totalmente en plástico.

El 1er modelo de Mariquita Pérez estaba hecho tanto la cabeza como el cuerpo de cartón piedra a base de una mezcla de escayola, polvos de talco y pegamento que una vez seca se le daba forma con una lija. Tenía peluca de cabello natural, ojos de cristal fijo con cejas y pestañas superiores pintadas a trazo y boca cerrada. En cuanto al vestuario, llevaba un vestido de Vichy de rayas rojas y blancas, 2 lazos para el pelo del mismo tejido, zapatillas topolino de esparto a juego y ropa interior.
Juegos Reunidos Geyper

Con los juegos reunidos Geyper nos pasábamos las tardes con familiares o amigos jugando partidas al parchís, la oca, a la ruleta, el quita y pon, las ratas, 3 en raya o cualquier otro de los juegos que venían en la caja.

Cuantos de nosotros aprendimos a jugar al ajedrez gracias a este estupendo lote de juegos de mesa y cuanta envidia nos daban nuestros amigos por que se enorgullecían de tener el lote de 45 juegos, mientras muchos de nosotros nos teníamos que conformar con el de 10 juegos o 15 juegos y en el mejor de los casos con el de 25 juegos. Era el regalo estrella en los años 60 y principios de los 70 de los Reyes Magos de Oriente.
Proyector de cine JEFE

Uno de los juguetes del que guardo mejor recuerdo sin duda alguna fue mi proyector de cine JEFE. Era una pasada apagar la luz de la habitación y proyectar aquellas películas sobre la puerta o la pared, tras inventarme como estabilizar la maquinita a la altura apropiada (con sillas, libros, lo que fuera para elevar el proyector), ajustar el inclinador y por fin el enfoque y la distancia.

Llegaba el momento de darle a la manivela y seleccionar la velocidad correcta con aquel entrañable sonido de suave carraca... o parar la imagen, o ir hacia atrás. Uno era su propio proyectista y director. Hay que decir que era un poco complicadillo colocar las películas correctamente pero el pequeño esfuerzo valía la pena sin duda. Charlot patinando, Donald enfurecido, el 7º de Caballería luchando contra los indios, etc...

Todo un mundo de magia cinematográfica dentro de mi pequeña habitación
Bicicletas y Patines

Si por ejemplo con la máquina del tiempo pudiéramos trasladarnos hasta los años 60 y preguntarle a un niño o una niña cuál era aquel juguete que nunca tuvo y con el que siempre soñó o el que más deseaba y que milagrosamente su deseo se hizo por fin realidad, es probable que la mayoría de ellos dijera que una bicicleta, a ser posible con ruedines para al principio poder iniciarse mejor en el noble arte de pedalear.

La bici era el deseo de cualquier niño, los que vivíamos en las grandes ciudades lo teníamos más complicado para montar en bici por el peligro de los coches, los descampados... aparte de que no solía haber espacio en las casas para tenerla.

Y razón no les faltaría porque por aquel entonces, aunque los reyes ya les hubieran traído un scalextric, un tren eléctrico, un fuerte o un geyperman en el caso de los niños, o una muñeca Nancy, un hogarín, una cocinita o un maletín de la señorita Pepis en el caso de las niñas, nada era equiparable a poder tener una bicicleta Orbea o BH que eran las marcas más populares por aquel tiempo, aunque ahora mismo dudo de si había otras marcas.

Y es que la gozada era salir a la calle y poder presumir delante de los amigos o amigas montando en una de ellas, lo que necesariamente suscitaba una envidia sana, o no tan sana, pero envidia al fin y al cabo, algo que hacía aún más ilusión todavía. Bueno, y poder incluso ir a comprar una barra de pan a la panadería o acercarse a la tienda de ultramarinos a por mitad de cuarto de fideos cabello de ángel. Casi cualquier cosa era posible subidos en aquel bonito y práctico modelo de transporte que no tenía desperdicio.

Se explica así además la afición que había entre los más pequeños por el ciclismo, con qué interés se coleccionaban los cromos de la Vuelta a España o se echaban carreras de ciclismo con chapas en la calle, o con que pasión se seguían las etapas de la Vuelta a España, el Tour de Francia y el Giro de Italia. De tal modo que también en el deporte de las 2 ruedas había grandes ídolos, y no solo españoles como Julio Jiménez, Manzaneque, Pérez Francés o Gómez del Moral, sino también extranjeros como el francés Jacques Anquetil o el italiano Felice Gimondi.

Bien, después de este pequeño inciso, solo decir que a aquellos a los que no se les había cumplido su sueño de tener una bicicleta, siempre nos cabía la posibilidad de ir de vez en cuando al paseo de la Chopera del Retiro para alquilar una bicicleta o triciclo por un módico precio pero por un tiempo limitado. Menos daba una piedra.

La bici era un regalo que tardaba en llegar y a algunos ni les llegaba pero la bici no fue mi primer vehículo, no, antes tuve un triciclo (me acuerdo perfectamente), entonces eran metálicos como también los patinetes de 3 ruedas y como no los carritos de rodamientos caseros.

Aún recuerdo mis primeros patines, han sido uno de los regalos preferidos por los niños y que era habitual incluir en la carta a los Reyes Magos, aquellos patines eran de hierro y se sujetaban a los pies con unas correas de cuero pero como cuando me los regalaron no sabia patinar. Empecé patinando solo con un patín que era lo habitual y cuando te habituabas y dominabas la situación pues ya te ponías los 2 patines, pero claro, no era lo mismo y encima mi calle era cuesta abajo con lo cuál me llegué a pegar tortazos importantes hasta que los dominé.
Papá Noel

Papá Noel es ese jovial personaje gordito y bonachón de barba blanca que hace años nos lo introdujeron en España desde los países del centro y norte de Europa. Se ha hecho muy popular eclipsando en cierto modo a los Reyes Magos.

Papá Noel, conocido también como Santa Claus, Viejito Pascuero, San Nicolás o simplemente Santa, es un personaje originario del cristianismo occidental conocido por repartir regalos a niños durante las noches de nochebuena (24 de diciembre) y navidad (25 de diciembre). Estos regalos eran juguetes, golosinas, carbón o nada dentro, esto dependiendo si el niño se encuentra en la (lista de niños buenos o malos).

Según la leyenda, Papá Noel fabrica los regalos con ayuda de sus elfos, con los que trabaja en su taller, repartiendo los regalos con ayuda de sus renos que tiran de su trineo volando por el aire.

Los renos navideños permitirían repartir los regalos de Papá Noel en la nochebuena y navidad. Los encargados de su cuidado serían los duendes navideños.

El trineo mágico volador es tirado por 9 renos: Donner (trueno), Blitzen (relámpago o rayo), Vixen (bromista, juguetón o travieso), Cupid (cupido), Comet (cometa, veloz), Dasher (alegre, brioso, enérgico, jactancioso o presuntuoso), Dancer (bailarín), y Prancer (acróbata, saltarín o pompón) y liderados por un reno con la nariz roja llamado Rudolph (rodolfo),​ siendo este el último reno en agregarse a la historia.

El personaje de Papá Noel está inspirado en tradiciones folclóricas destacadas de personajes como Nicolás de Bari (como también de su versión legendaria húngara, Mikulás) por parte del folclore europeo y la personificación de la navidad según el folclore inglés de Papá Noel, y la figura neerlandesa de Sinterklaas.

Papá Noel era una costumbre de los países de religión protestante o luterana mientras que los Reyes Magos eran unos personajes de los países de religión católica. En España conviven tanto el uno como los otros y así a los niños ahora se les dan el día de navidad los regalos de Papá Noel y en reyes los demás juguetes.
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