Navidades - WEB 2023

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Navidades

A ver, seamos sinceros. No digo yo que hoy día no se celebre con entusiasmo la navidad, pero habrá que convenir que nada comparable a como antes se vivía, con aquella ilusión, aquel fragor y aquel empeño por pasarlo bien, que irremediablemente hacía que fuera raro que alguien no disfrutara de ella más que de cualquier otro evento del año y más si te tocaba la porra de navidad del colmado dónde comprabas los alimentos durante todo el año.

Para eso, lo más importante era que se cumplieran escrupulosamente todos los requisitos no escritos en ningún sitio pero tácitamente aceptados, imprescindibles para mantener vivo el espíritu navideño del que estábamos impregnados, y para el que no había antídoto alguno.

  • En nochebuena lo primordial era reunir en tu casa a todos tus familiares disponibles. A saber, además de padres y abuelos, hermanos, tíos, primos hermanos, primos segundos, primos terceros, primos lejanos…, y todo miembro familiar del que hasta entonces ni siquiera habíamos tenido conocimiento.

  • La casa adornarla con un belén en el que basta con incluir lo más esencial: portal con María, José y el Niño Jesús, mula y buey, estrella, angelito y Reyes Magos. para qué más! si acaso, y si la demanda era creciente, algún árbol navideño pequeño, con unas cuantas bolas y bien nutrido de espumillón.

  • Para la sucesivas visitas que vamos a tener para desearnos felices fiestas y próspero año nuevo preparar con suficiente antelación unas pesetillas encima del precioso taquillón de la entrada que se había heredado de la abuela y, preparar el aguinaldo (de la portera de la casa, el barrendero del barrio, el sereno, el cartero) y algún otro inesperado, del que nunca se había tenido conocimiento.

  • Que madres o abuelas, que eran y siguen siendo las máster chefs del clan familiar, preparen un suculento menú, a ser posible con platos poco habituales en el resto del año, como pollo o pavo asado. De entrante, sopa de picadillo y de postre, arroz con leche o flan de huevo, y, por descontado, una selección de dulces navideños, como turrón, polvorones y fruta escarchada, regados con una copita de sidra El Gaitero famosa en el mundo entero.
Misa del Gallo

La misa vespertina (vigilia de navidad), es la denominación popular de la misa católica que se celebra generalmente antes de la medianoche de la nochebuena, en conmemoración del nacimiento de Jesús de Nazaret.

Ponerle broche de oro a la nochebuena, asistiendo a la misa del gallo. Se apoda del gallo porqué según la tradición popular, el nombre viene de la duración extraordinaria que tenía aquella misa, que empezaba a media noche y se alargaba hasta que cantaba gallo, a primera hora de la mañana. Esta expresión se debe a que los antiguos romanos denominaban el canto del gallo al comienzo del día, a la medianoche.

Se quedó con el nombre de misa de gallo o vigilia de navidad, la misa que se celebraba a esta hora en la iglesia de la parroquia del barrio o del pueblo, y a la cama prontito que hay que guardar fuerzas para preparar el festejo siguiente.
Comidas y dulces de Navidad

En la calle o en el mercado te podías encontrar con pavos vivos o listos para cocinar con relleno, vinos o pescados. Por supuesto los turrones y los jamones tenían una presencia importante en estas fechas en las que la ciudad se rendía a la gula.

Los platos estrella eran el besugo, el pavo relleno, el atún de Laredo, o el solomillo. Para el postre dulces de navidad como los polvorones, garrapiñadas, mazapanes y turrones de Jijona que no faltaban a la fiesta.

Espumosos y vinos en función de los reales o pesetillas que se tuvieran en la cartera y que eran los preferidos para maridar tales manjares. En los hogares más humildes la lumbre del fogón y la comida sobre la mesa eran regados por un clarete de Valdepeñas. Los aristócratas elegían champagne francés. Para muchos madrileños era la única noche donde se podía disfrutar de estos productos destinados a las clases adineradas.
Villancicos Navideños

Ya en la sobremesa, aún con la copita en la mano, ir preparando el equipo de percusión, o sea, zambomba, pandereta, botella vacía de anís del Mono o de La Asturiana con un tenedor o cuchillo para su rasgueo.

Poner en el tocadiscos una selección de villancicos, o sea, de los que haya discos, entre los que por supuesto no puede faltar la canción del tamborilero, aquel popular villancico checo que, en 1965, hizo tan famoso Raphael, entonces nuestro cantante franquicia como se diría en la NBA, y que aquí tenía más éxito que el de navidades blancas interpretado por Bing Crosby.

Continuar la sesión de villancicos en casa de los vecinos y brindar con ellos con una copita de anís, mejor una palomita para las señoras, es decir, anís con un poco de agua, o una copa de coñac (brandy) Soberano o Fundador, que está como nunca.

A ser posible, reunir a todos, familiares, vecinos, amigos, conocidos e incluso desconocidos y prolongar la sesión de villancicos en la calle, para que se inunde de la alegría y el alborozo con los que se está viviendo la nochebuena. Seguir, claro está, con los villancicos pero mira como beben los peces en el río, campana sobre campana y el a belén pastores, a belén chiquillos, etc...

Este villancico, por cierto, se situó en 1966 en el número 1 en la lista de ventas de singles y, durante años, siguió vendiendo millones de copias, lo que da buena fe del extraordinario éxito que tuvo. Por increíble que parezca, la canción superó en versiones caseras a noche de paz, navidades blancas y hasta campana sobre campana, los peces en el río, arre borriquito y los campanilleros, que forman parte imborrable de la historia navideña de este nuestro país llamado España.
Aguinaldo de Navidad

En navidad estaba implantado el sistema del aguinaldo, hasta la palabra ya suena viejuna parece mentira, quién se acordará ya de esto. Pues hubo un tiempo en el que por navidades los servidores públicos recibían propinas por parte de los vecinos. barrenderos, carteros, serenos, basureros, modistas, barberos, guardias, porteras, faroleros, repartidores, aprendices, etc... todos pasaban pidiendo su aguinaldo por las casas del barrio.

Era un obsequio o propina que se daba por navidad, tradicionalmente fueron quienes comenzaron a recibir una muestra de agradecimiento en forma de regalo o propina a cambio de felicitar las navidades casa por casa del barrio donde ofrecían sus servicios. El sereno llamaba a la puerta y con voz muy amable te decía el sereno les desea unas felices fiestas y te entregaba una tarjetita llena de colorido y en su parte trasera se podían leer unas rimas acerca del trabajo que desempeñaba en el vecindario, nosotros agradecidos les dábamos unas monedas.
Aguinaldo al Guardia Urbano

Una de las costumbres en los años 50-60 del siglo pasado era dar un aguinaldo al guardia urbano que durante todo el año te encontrabas en la esquina. Se le regalaba botellas de vino, turrón, polvorones e incluso algún que otro animalito (pollo o pavo) para festejar las pascuas.

¿es que antes éramos más generosos?

o quizás teníamos miedo y le hacíamos la pelota. Hoy día el aguinaldo va incluido en los impuestos y como no hay guardia urbano no vamos a darle el aguinaldo al semáforo.

Aquí podéis recordar a varios guardias urbanos dirigiendo la circulación y rodeados de botellas y pastillas de turrón que los conductores de vehículos les iban dejando a su paso.
Aguinaldo Familiar

Con el aguinaldo familiar de padres, abuelos y tíos, los más jóvenes comprábamos los almanaques navideños que eran los números especiales de los tebeos como El Capitán Trueno, Sisi, Pumby, Pulgarcito y otros muchos más. Si nos quedaba algo lo empleábamos en las golosinas clásicas como los chicles bazooka, el chupa chups o en ampliar nuestra colección de cromos.

Pero sin duda lo más popular es lo que practicaban en muchos lugares los niños yendo en grupo por las casas cantando villancicos y canciones alusivas al aguinaldo y recibiendo una pequeña donación en monedas o en dulces.

Esta costumbre contribuía a dar color a la navidad tanto para los mayores (porque no es onerosa) como para los pequeños, pero si algún vecino no daba un duro entonces la coplilla se volvía ofensiva hacia el rácano.

En las ciudades también eso prácticamente ha desaparecido. Yo recuerdo haber ido alguna que otra vez a pedir el aguinaldo a algunos vecinos y familiares con mi pandereta en la mano, que ilusión me hacia oír como sonaba al caer una moneda sobre esa pandereta.
Juguetes en Navidad

Fueron las navidades de nuestra niñez en las que alegremente la familia al completo se reunía para colocar el belén y los adornos navideños en lámparas, puertas y ventanas.

Los más niños disfrutábamos de las vacaciones escolares y TVE nos ofrecía el famoso y entrañable especial vacaciones donde series como Rin Tin Tin, Daniel Boone y los dibujos animados de Pepe Pótamo, el Lagarto Juancho, la Hormiga Atómica y el Oso Yogui nos entretenían las tardes del frío diciembre.

Junto a nuestros padres los más pequeños de la casa escribíamos a los Reyes Magos y les pedíamos los juguetes con los que estábamos soñando durante todo el año como los Juegos Reunidos Geyper, la ambulancia Payá, la máquina de coser de Rico, el traje de Pistolero, las muñecas de Famosa, etc... mientras, en el tocadiscos sonaban los villancicos del tamborilero o noche de paz.

Por la noche los padres eran más permisivos con los pequeños de la casa y nos dejaban ver hasta programas con 2 rombos como los Intocables o el Fugitivo aunque la mayoría de espacios eran musicales, pero que más daba, era navidad y para los niños era todo un logro no irse a la cama con la familia Telerín.

Creo no equivocarme si digo que muchos de los que pasamos por aquí tenemos ya unos años, y seguramente recordaremos como esperábamos que llegarán las fiestas navideñas para lanzarnos frente al televisor y poder ver esas series de tarde que por culpa del horario escolar no podíamos disfrutar, y sobre también porque alargaban la programación hasta la tarde-noche (recordemos que entonces la programación no era continúa) con largometrajes y programación especial.

La primera vez que esto ocurrió fue en las navidades de 1967 que empezaron con una programación especial a partir del día 18. He pensado que sería bueno recordar estas programaciones especiales y así a partir del día 22 (que era cuando normalmente daban las vacaciones en el colegio y comenzaba dicha programación) comenzaré a poner los recortes de los TPs (teleprograma) con dicha programación desde el año 1968 hasta el 1979 que más o menos ya habíamos dejado el cole.

Con el día del sorteo extraordinario de navidad, comenzaba oficialmente la navidad. Para los niños en edad escolar, eso venía a significar que esa tarde ya no tenías que ir al cole y podrías disfrutar de la programación de sobremesa, normalmente un telefilm distinto cada día y, además, no cerraban la programación continuándola con una programación especial para estos días.
Belenes en Navidad

En España, cuando se monta el árbol de navidad o el portal de belén es cuando realmente el espíritu navideño se despierta ¿no crees?. Llegado el mes de diciembre cuando salíamos del colegio, íbamos a comprar a los puestos navideños la pandereta y la zambomba y nos pasábamos las tardes muertas cantando villancicos. Una vez obtenidas las merecidas vacaciones se imponía montar el belén, todos los elementos dormían el sueño de los justos el resto del año metidillos en su caja y era fantástico ir sacándolo todo poco a poco y despertar recuerdos de los años anteriores en casa.

Lo primero para montar el portal de belén era buscar un lugar en la casa para montarlo. Podía ser encima de una mesa auxiliar, en una vitrina, en la entrada, etc…. Y si no teníamos ningún mueble disponible podíamos poner 2 borriquetas de madera y un tablón encima. Era recomendable que lo apoyáramos a la pared con la  intención de construir una montaña con corcho de árbol que hayamos comprado. Si tenemos un trozo grande lo colocamos tal cual, pero si tenemos varios trozos colocamos uno encima de otro.

Un año más sacas las figuritas del portal de belén que guardas en un par de cajas de zapatos en el armario. Las figuras del pesebre eran las mismas durante todo el tiempo que viví en familia y es entrañable contemplarlas después de tantos años. Parece que te transportas a tu niñez.

Cada año se imponía la visita a la feria de navidad de la Plaza Mayor de Madrid donde quizás se incorporaría una nueva figurita al pesebre y donde seguro se compraría el musgo reglamentario. Esas ferias de navidad eran y por suerte siguen siendo entrañables. Empiezas a colocar las figuras sobre papel de aluminio o sobre alguna cartulina de colores que encuentres por casa intentando que tu belén quede lo más aparente posible. Pero entonces te das cuenta de que algunas piezas se han perdido y de que parte de las figuritas están medio rotas, descoloridas o con la pintura dañada. Y no sólo eso sino que al revisar el conjunto descubres que en realidad algunas de las que colocas cada año no pegan ni con cola.

Bien, vamos a decantarnos por la forma económica de simular un río con papel de plata, con una lavandera en la orilla y muchos pastores, ovejas y gallinas que eran más grandes que las ovejas y a las palmeras espolvorearlas con harina para simular que era nieve. Extendemos el papel desde debajo de los corchos que hemos colocado haciendo de montaña, hasta la mitad del espacio más o menos para hacer el río. Podemos colocar patos encima que siempre queda mucho más natural, y tapamos los extremos del papel con más musgo y piedras pequeñas.

Debemos tener en cuenta que en todo pesebre de navidad un camino es imprescindible, y ese es el camino de los Reyes Magos hasta el Portal de Belén en sí. ¿tenemos arena a mano? Venden saquitos muy económicos para que así el efecto sea mucho más natural. También podemos colocar serrín. Si ponemos casas en el pesebre de navidad, lo mejor será conectarlas con un camino principal. Eso sí, no nos pasemos que no queremos hacer un circuito de rally.

Ahora es el momento de colocar todas las casas, murallas, corrales, graneros, etc… Todo lo que tengamos para construir uno de los belenes más bonitos que hayamos visto nunca. Pero, recordemos que lo más importante es construir o colocar el portal de belén, lugar donde descansará el recién nacido. Importante, si no lo hemos comprado ya construido, siempre podemos usar 3 trozos de corcho que nos hayan sobrado de las montañas para hacerlo nosotros mismos.

Casi hemos terminado. Ahora le toca el turno a los personajes, y, para empezar, colocaremos los más importantes, o, mejor dicho, los imprescindibles para que un portal de belén sea un verdadero portal: el Niño Jesús, la Virgen María, San José, el buey y la mula.

Pero, no hemos acabado. Los Reyes Magos también deben estar con su séquito en uno de esos caminos que hemos construido antes. Podemos ponerlos saliendo de las montañas en un principio, e ir avanzando a medida que se vaya acercando la Navidad.

Comenzaremos colocando el niño jesús en el centro del todo, acostado sobre un pesebre. A la izquierda irá colocada la Virgen, con el buey detrás, y a la derecha San José, esta vez con la mula. Tampoco nos podemos olvidar la estrella plateada que marca el camino de los Reyes Magos encima del portal, ah, y el ángel.

Para concluir el belén y que sea de los belenes más bonitos que hayamos visto nunca, pongamos algo de nieve artificial encima de las montañas (o, en su defecto harina colocada suavemente moviendo un colador). También sería recomendable meter unas luces rojas dentro del portal y así simular la hoguera para mantener calentito al niño.
Postales Navideñas

Evidentemente, nos felicitábamos las navidades con tarjetas navideñas y por correo, nada de emails ni mensajes SMS. Por entonces se compraban aquellas preciosas tarjetas con purpurina de Ferrándiz en tu librería de confianza y dedicábamos una frase para cada casa, se metían en un sobre, se escribía la dirección, se estampaba un sello y al buzón... y luego se rogaba para que correos no se colapsase como cada año y las postales no llegasen hasta pasado reyes, pero si lo piensas, eso también formaba parte de las fiestas.

De alguna manera escribir las tarjetas en la mesa del comedor con mi madre es otro de los recuerdos entrañables que guardo en la memoria. La propia casa se llenaba de otras postales que la gente que te quería te enviaba también. Las postales eran otro elemento decorativo que colocábamos en la librería cerca del belén.
Lotería de Navidad

Pero lo mejor de todo era cuando nos daban las vacaciones en el colegio, normalmente solía ser el día del sorteo de la lotería de navidad (por cierto, la musiquilla esa de 100.000 peseetaaaas quedaba mucho mejor que la actual de millll euuurooos).

El sorteo de la lotería mantenía atentos a la familia delante del televisor y la radio, soñábamos con empezar un nuevo año con un ayuda extra y poder realizar todo aquello que en el año que finalizaba no pudimos realizar, ver el mar, comprar un Seat 600, la máquina de coser Singer, empapelar las paredes del salón o los últimos electrodomésticos que con canciones pegadizas nos mostraba la televisión.

Pero si no éramos afortunados, los abuelos decían eso de esperaremos a la del Niño refiriéndose al sorteo de la lotería del 5 de Enero.
Los Santos Inocentes

El día de los santos inocentes (niños) es la conmemoración de un episodio del cristianismo como fue la matanza de los niños menores de 2 años nacidos en belén (judea), ordenada por el rey Herodes I el grande con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.

La fiesta de los santos inocentes se celebra el día 28 de diciembre porque es el día en el que las iglesias cristianas recuerdan a los niños muertos a manos de Herodes como las primeras víctimas del cristianismo.

El día de los inocentes es conocido por dar a la gente vía libre para gastar bromas a sus parejas, amigos, familiares y prácticamente a todo el mundo, este día se considera una oportunidad para embaucar a los más crédulos y hacerles creer las cosas más extravagantes.
Nochevieja y las Uvas

Enseguida llegaba la nochevieja y las celebraciones familiares se retomaban, poca cosa que decir. Ya justitos de familiares, preparar la cena con los restos de la nochebuena incluyendo dulces y sidra e ir sacando las uvas. Sintonizando RNE para escuchar las campanadas de la Puerta del Sol de Madrid o, los que ya disponían de televisor a verlas en la tele que empezó a retransmitirlas en 1962.

Tras la cena, el momento de las 12 campanadas que era totalmente mágico desde el punto de vista de un niño claro. Seguir el ritual de los cuartos, las campanadas y tratar de engullir todas las uvas a tiempo era algo misterioso y a la vez estresante. Los chicos no conseguíamos hacerlo a tiempo salvo si nos las metíamos todas a la vez en la boca, pero nos maravillaba lo contentos que se ponían todos y cómo levantaban las copas para brindar después.

Otro año más que caía, un nuevo número que aprender para poner la fecha en los cuadernos de la escuela, por supuesto que en la noche de fin de año los niños nos quedábamos hasta muy tarde para poder comer las uvas, y a la cama.
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