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Recuerdos de la radio

Por aquéllos años 50, la radio era el único medio de información y de entretenimiento que podíamos tener en nuestros domicilios porque la televisión aún no había llegado a estar presente en los hogares.

Los aparatos de radio eran generalmente unos grandes armatostes y tenían una gran capacidad de captación de señal de antena de larga distancia, así que era posible oír emisoras radicadas fuera de España, por lo cual, el régimen ponía los medios para producir interferencias, pero aún así a veces se captaba algo y rápidamente bajábamos el volumen para que nadie supiera que se estaba oyendo alguna emisora no española para no ser denunciado a la Policía por algún vecino.

El himno de la Generala nos acompañó, informó y entretuvo como ningún otro a nosotros los niños y a los adultos como nuestros padres y abuelos.

Ahora tenéis la oportunidad de escuchar lo que ellos pudieron oír a diario, en definitiva, un recuerdo entrañable de nuestra historia.
Unir a la familia

Hay una película española llamada historias de la radio que, aunque ñoña y con ramalazos muy criticables, ideológicamente refleja muy bien lo que la radio significó en aquella época. La radio es lo que había, lo que nos unía con el mundo, ese mundo ruin, penoso y totalitario que nos rodeaba pero que era nuestro mundo, el que nos tocó vivir, en él que intentamos ser felices.

La película historias de la radio (José María Sáez de Heredia 1955), narra precisamente 3 historias cuyo nexo de unión es la radio, un mundo en el que los sueños se cumplen. Sueños como el de los participantes en un concurso que promete 3.000 pesetas al primero que llegue vestido de esquimal a la emisora, o el del ladrón que contesta la llamada telefónica en el piso que está robando o el de los vecinos de un pueblo que buscan dinero para un niño enfermo. Son 3 historias distintas, enlazadas a través de un locutor y de su prometida, que retratan las ilusiones de una época.

Eran otros tiempos, tiempos en los que no existía la televisión, ni internet, ni tantas cosas y hablo de finales de los años 50 y principio de los años 60. La radio era algo más que un simple entretenimiento, hay quien dice que desempeñaba la misión que hoy cumple la televisión. Sólo si nos referimos a lo de informar o entretener lo acepto, sin embargo la radio cumplía una misión especial: unir a la familia.

La televisión requiere una atención casi total pero con la radio no sólo se podían hacer otras cosas a la vez, mi madre planchaba, cocinaba, lavaba y todos los demás quehaceres de la casa con la radio puesta, además te permitía compartir una mesa camilla con brasero incluido con tu familia. Allí todos reunidos escuchábamos y comentábamos lo que oíamos, a diferencia de la televisión que a mi entender aísla. La radio era un elemento de unión, a todo ello añadamos la discusión posterior sobre el concurso, el serial, la última canción, el programa de cuentos, etc ...

Hace décadas, la radio reforzaba la unión familiar cuando todos se reunían en torno al aparato de radio para escuchar a sus artistas favoritos o las radionovelas para luego conversar mientras comían o cenaban. Hoy esa costumbre quedó atrás.

También era muy común la costumbre de reunirse algunas vecinas por las tardes en la casa de alguna de ellas para oír la novela o el serial radiofónico mientras hacían labores de costura, bien cosiendo o zurciendo o bien haciendo jerseys de punto, actividad esta última venida a menos por el cambio de hábitos de las mujeres que ahora trabajan fuera de casa y no pueden dedicar tiempo a este menester que suponía un gran ahorro doméstico.
La radio de los años 40, 50, ....

Durante los años 40 la radio experimenta importantes cambios y comienza sus años dorados, la programación que hasta entonces era básicamente musical, introduce grandes novedades: seriales, concursos, consultorios... convirtiéndola en compañera y confidente.

Durante los años 50 se emitieron seriales o radionovelas con un fuerte contenido propagandístico del régimen franquista cuyos títulos pueden sonarnos más por alusiones o referencias indirectas que por haberlas escuchado directamente en nuestras radios. Entre esas novelas fuertemente ideologizadas había nombres tan celebres como La sangre es roja o Un arrabal junto al cielo curiosa mezcla de folletín y novela social y La segunda esposa.

La hora del serial solía ser por la tarde a eso de las 16:30 o las 17:00. Solían emitirse en la cadena SER una novela por la mañana y tres por la tarde. Más adelante el número de novelas ascendía ya a media docena, de ellas 5 por la tarde y empezaron durando tan solo 15 minutos o a lo sumo 20 minutos en esta década de los años 60.

Te podías quedar media hora de duración interrumpida por varias cuñas publicitarias como almacenes san Mateo, Cola Cao, anís Castellana, cafés la Estrella, etc... Eran algunas de las marcas publicitarias que patrocinaban estos espacios. Posteriormente y con el declinar de los seriales fue disminuyendo el número de novelas hasta prácticamente desaparecer en la época de la transición democrática.

Hasta entonces se emitían radionovelas o radioteatros de producción local de forma esporádica y no se emitía programación en la cadena. Las primeras radionovelas que se emitieron con la SER fueron El derecho de nacer actualizada 8 años más tarde y Ama rosa (con la madre sufriente y sacrificada) que se veía obligada a renunciar a su hijo pero que lograba emplearse como criada en la casa de los padres adoptivos para cuidar de su retoño. Emoción y lágrimas a raudales en la más pura tradición del folletín melodramático.

Tampoco me puedo olvidar del Coyote con la doble vida de César de Echagüe, del mismo autor eran también Dos hombres buenos. No tuvo problemas José Mallorquí a la hora de reinterpretar en otro contexto la obra de McCulley el Zorro, pero de eso me enteré después.

Resumiendo, pasé el bachillerato elemental haciendo los deberes en la cocina de la casa, con mi madre friendo las croquetas o haciendo la tortilla de patatas, con la ventana abierta aunque fuera invierno para que saliera el humo tanto de la sarten como del carbón que alimentaba la cocina...
Diario hablado de radio nacional de España

Todas las emisoras de radio tenían la obligación de conectar con Radio Nacional de España (RNE) a las 14:30 y a las 22:00 para transmitir el diario hablado con la generala ya que la información general la tenia en exclusiva esta emisora del gobierno. Este horario raramente era alterado y así, incluso en los partidos de fútbol en los que participaban los equipos españoles en la copa de Europa se interrumpía la conexión del partido hasta acabar las noticias momento en que se volvía a restablecer la emisión, pero claro, los forofos al fútbol se perdían las novedades del partido habidas en ese tiempo de corte.

Tras la victoria de la guerra incivil, el régimen de Franco monopolizó los medios de comunicación. Radio Nacional de España fue creada durante la contienda con un emisor portátil facilitado por los alemanes y era la única que podía dar información, todas las demás emisoras tenían que conectar con RNE para dar las noticias. Este control de la censura previa lo mantendrían hasta el año 1976.

Los actos presididos por el jefe del estado, como los discursos pronunciados ante las juventudes falangistas y en el que define su oposición al que denominaba yugo comunista siempre eran objeto de retransmisión no sin antes cantar al unísono el cara al sol.

La hora de comer (14:00 PM) coincidía con las noticias de RNE, transmitidas obligatoriamente por todas las emisoras. Eran pura liturgia, eran sagradas, casi todos en silencio, y más en la información del tiempo y del estado de las carreteras.

Los aparatos de radio solían ponerse en la cocina sobre una estantería dónde podíamos oír los partes franquistas a través de RNE y las cadenas de emisoras del movimiento. Había maratonianas tardes de canciones dedicadas a los oyentes que llamaban por teléfono al estudio o las interminables novelas del famosísimo Guillermo Sautier Casaseca y como no! por las tardes el consultorio sentimental la hora Francis con consejos para que las chicas de la época fueran por el buen camino de la virtud.
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Seriales radiofónicos

Y mientras, España entera se paralizaba cuando comenzaban las radionovelas. Sí, si, España entera se paralizaba cuando comenzaban a emitirse las primeras notas musicales de aquellos entrañables espacios radiofónicos.

La radionovela más importante de Guillermo Sautier Casaseca fue Ama Rosa en la que intervenía como protagonista la inolvidable Juana Ginzo. Vamos a escuchar un fragmento de este serial que se emitió a través de la cadena SER en el año 1959 y en la que intervenían actores de Radio Madrid.

En la grabación se pueden escuchar las voces de Julio Varela (narrador), Juana Ginzo (Ama Rosa) y Fernando Dicenta (doctor Beltrán).

Y la radio con suficiente volumen emitía:

"La Sociedad Española de Radiodifusión (SER), por su cadena de ondas propias y asociadas presenta ama rosa con la gran compañía de actores de Radio Madrid y la reaparición en España del popular actor hispano americano Doroteo Martí, una serie radiofónica original de Guillermo Sautier Casaseca. Una producción fuera de serie con Juana Ginzo, Joaquin Peláez, Maribel Ramos, Fernando Dicenta, Alicia Altabella y Carmen Martínez encabezando un reparto de figuras de la radio española, con Julio Varela (narrador) y con la colaboración extraordinaria de Pedro Pablo Ayuso, etc..."
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Actores de doblaje

El gran éxito de la radio de antaño fueron los seriales radiofónicos más vulgarmente conocido conocidos como la novela. Los de mi edad recordareis que al regreso de la escuela, encontrabas a tu madre y a las vecinas pegaditas junto al apreciado aparato receptor (la radio), escuchando y viviendo intensamente el capítulo del día.

En un recuerdo más lejano, me viene a la memoria el serial titulado Lo que nunca muere, tal vez por que éste fue llevado a los escenarios del teatro y el cine allá por el año 1953. Cierto es que con algunas otras radionovelas, también se hizo algo similar. Lo cierto es que los interpretes de los seriales entre los que recordamos a Maribel ALONSO, Pedro Pablo AYUSO, Matilde VILARIÑO, Matilde CONESA, Juana GINZO, Vicente MULLOR y Eduardo LACUEVA y finalmente al autor Guillermo SAUTIER CASASECA, consiguieron una entrañable fama entre toda la población española de la época.

Así mismo perdura en mi recuerdo, la también larguísima novela Un arrabal junto al cielo por el largo número de capítulos que tuvo hasta conectarse con Ama Rosa, a la que tampoco le faltó tema sentimental para hacer llorar a lagrima viva a nuestras queridas madres, tías, primas, hermanas, vecinas e incluso a nosotros mismos de verlas a ellas tan integradas en los personajes que se narraban.

Hubo más tarde programas nocturnos como Encarna de noche o El loco de la colina que significaron una nueva forma de hacer radio.

Pepe IGLESIAS (El Zorro), los Partidos (de fútbol), Bobby DEGLANÉ (Cabalgata fin de semana), los seriales como Lo que no muere, 2 hombres buenos o Ama Rosa dejaron una profunda huella en un público amplísimo con un porcentaje importante de amas de casa.
Cuadro de actores de radio madrid

Daban la voz a los personajes de los seriales hombres y mujeres de la radio como Pedro Pablo AYUSO, Maribel ALONSO, Matilde CONESA, seguramente los más populares sin olvidar otros como Teófilo MARTÍNEZ (con esa voz grave, lenta, monorítmica) que tantas veces escuchamos también en el doblaje de las películas, doblando a Joseph Cotten, John Wayne o Gary Cooper. Otra de las mujeres de la radio Matilde VILARIÑO interpretando a menudo personajes infantiles, Juana GINZO, etc ... nos los conocíamos de memoria.

Algunos de estos actores llevaban 20 o 30 años en la radio y formaban parte de la memoria de nuestras vidas. Tras la entrada o sintonía venía la presentación del cuadro de actores y equipo técnico. Nos conocíamos no solo el nombre de los actores sino hasta los cargos más técnicos de las novelas como los del (montaje musical) Enrique AROCA, Pilar DE LA PEÑA o Angel AYMAT, los (efectos especiales) Esteban CABADAS, el (control) Enrique ORTEGA o Eduardo CALDERÓN, el (autor y director) Guillermo SAUTIER CASASECA.

La mayoría de los actores pertenecía al llamado cuadro de actores de Radio Madrid la emisora central de la SER.

Como punto final quiero tener un recuerdo para aquellos locutores - presentadores no mencionados, hombres y mujeres que ya no están con nosotros y que nos amenizaron en los tiempos sin televisión.


Radionovela Diego Valor

Los chicos tuvimos también nuestras radionovelas como Diego Valor (héroe del espacio). Esta serie narraba las aventuras interplanetarias de este personaje en su lucha contra las fuerzas del mal.

Diego Valor es un comandante de la flota sideral. En el siglo XXI, las naciones terrestres ya han colonizado varios planetas y se disponen a emprender una nueva aventura: La conquista del planeta Venus.

Desde la capital del mundo, Madrid y acompañado por el capitán (Portolés), los tenientes (Hank Hogan y Pierre Lafitte) y la científica (Beatriz Fontana) inician una epopeya que les llevará a vivir aventuras excepcionales con la población venusiana existente como los artiles, los atlantes y los malvados wiganes liderados por el pérfido gran Mekong.

Venus será el punto de partida de infinidad de aventuras que por todo el sistema solar el comandante Valor y sus amigos tendrán el honor de interpretar.

En la historia del tebeo español hay un lugar especial para Diego Valor. Desde que a finales de 1953 comenzó la emisión del serial de Radio Madrid, la audiencia infantil fue aumentando gradualmente hasta convertir al piloto del futuro en el héroe por excelencia de la radio de nuestro país y cuando llegó el momento adecuado, los cuadernillos (tebeos) tuvieron un éxito que no basta a justificar ni el interés de la historia más bien escaso, ni la calidad del dibujo por término medio baja y en muchas ocasiones realmente deplorable.

Pero si, desde luego el gran nivel técnico, unos efectos sonoros de calidad y un aparato musical adecuado y muy cuidado (el maestro Rafael Trabuchelli se encargaba de la dirección musical en los programas dramáticos de la emisora y fue uno de los ases en la manga de la cadena SER durante aquellos años).

La suite de los planetas de Holst subrayaba los momentos más emocionantes y para quienes oíamos todas las tardes Diego Valor nos sigue sonando todavía cuando miramos al planeta rojo la partitura de Prokofiev con la que daba comienzo cada episodio y el himno de Diego Valor de Trabucchelli que nos aprendimos de memoria y que aún me sorprendo a veces tarareando en la ducha.

¡Adelante soldados de la tierra!
¡Volad hacia el espacio misterioso!
No temáis los azares de la guerra.
Mostrad en otros mundos vuestro ardor,
que os guía, valiente y victorioso,
el gran Diego Valor.

¡Diego Valor!

¡El piloto del espacio!
¡El guerrero sin temor!

¡Diego Valor!

¡De los cielos caballero,
de malvados el terror!

Marte y Venus conocen nuestra gloria,
que vibra en el vacío sin fronteras.
Viviréis en el libro de la historia,
escritos vuestros nombres con fulgor
defendiendo con bravura las banderas
del gran Diego Valor.

¡Diego Valor!

¡El piloto del espacio!
¡El guerrero sin temor!

¡Diego Valor!

¡De los cielos caballero,
de malvados el terror!

En último lugar, pero no menos importante, el cuadro de actores de Radio Madrid contribuyó con un reparto de voces perfecto, especialmente los encargados de dar vida a los enemigos de los héroes terrestres increíblemente estremecedores: el entrecortado y balbuceante castellano del príncipe diabólico, la malvada voz de su madre la princesa Frieya o el gran Mekong el primer enemigo de Valor y sus hombres.

Naturalmente un guión radiofónico medido al segundo. El programa se emitía diariamente a través de las 44 emisoras que poseía entonces la Sociedad Española de Radiodifusión (SER) de 15 minutos de duración. Se emitía todas las tardes a las 19:15 PM en el espacio patrocinado por (chocolates Valor) en Todo para los chicos y sumó un total de 1.200 episodios entre diciembre de 1953 y junio de 1958.

El guión desde 1954 fue adaptación de los guiones que escribe Jarber (Enrique Jarnés Bergua) y al protagonista Diego Valor le ponía voz (Pedro Pablo Ayuso).
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